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miércoles, 12 de mayo de 2010
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El Comedor Universitario estaba en lo que hasta hace muy poquito era el salón de escultura de la escuela de Bellas Artes. En el comedor se discutía política, se encontraban cientos de compañeros de distintas facultades a pensar y proyectar que tipo de Universidad y Sociedad querían.
A Bello, que tenía 22 años, lo mató brutalmente un policía en la calle Córdoba entre Corrientes y Entre Ríos. Miles de rosarinos salieron a gritar por esta muerte, y la marea de gente culminó en un Rosariazo.
Nosotros decidimos rescatar su nombre del olvido, por él y por todos los que estaban al lado suyo, por lo que representó su lucha y la lucha de miles de estudiantes en la calle, de los miles de obreros y obreras en las calles de Rosario y del mundo.
El año pasado, con su nombre a cuestas nos empezamos a juntar, y entre los tantos lugares de reunión elegimos, al azar, el salón de escultura; donde estaba el comedor que fue cerrado y hoy, por un empeño del destino hay escombros nuevamente. Pareciese como si alguien hubiese querido callar a las paredes que empezaban a contarnos nuestra propia historia. Ya es muy tarde, Adolfo Ramón está con nosotros. Ya somos parte de ese grito ensordecedor de los miles de explotados/as y oprimidos/as que luchan por su libertad.